Este va dedicado
al conejo rojo
que habita en mis sueños:
Muchacho...al conejo rojo
que habita en mis sueños:
tú pasaste
por mi camino
un día,
tus ojos me miraron
con profundo anhelar,
tus ojos en que vaga
la honda melancolía,
de la visión de un sueño
que se pierde
en el mar...
Tú también
has sentido
la nostalgia terrible
de un amor que se sueña
sin poderse lograr;
de un amor infinito
que por ser imposible,
pasará como un sueño
en tu peregrinar...
mas la senda
es muy larga
y tu existencia
empieza,
goza, tal vez mañana
te tocará sufrir
ahora es un pecado
que externes
tu tristeza...
¡ te queda todavía
tanto qué vivir !...
Sigue, pues caminante,
tu vida de estudiante,
sigue hilando ilusiones
de amor y de inquietud
peregrino de un sueño...
sigue más adelante,
no olvides
que muy pronto
se va la juventud...